SUNNY BOX – decoración –
Fotos by Hikari Photo
Casi medio año antes de que se dieran el sí quiero, Elena y Asier llamaron a Sunday Atelier para preparar su boda. Querían algo que hablara de ellos: sencillo, familiar, divertido… una fiesta en la que la gente pudiera participar. Y, con la emoción de cuando alguien te confía un día tan importante, me puse manos a la obra.
Los novios y yo nos reunimos para concretar detalles. Ellos tenían muy claro el estilo de lo que querían: una fiesta con una estética natural, silvestre, con mucha presencia del verde y, sobre todo, de detalles handmade.
La verdad es que su plan no podía ayudar más al planteamiento de la decoración de esta boda, ya que se casaban en la iglesia del puerto, un lugar pequeñito pero con mucha alma y, además de todo, rodeado de una estampa absolutamente natural y cotidiana: los barcos pesqueros, el mar, los adoquines de la parte vieja, las redes, y el mítico puesto de la casera vendedora de quisquillas y carraquelas… Eso mismo nos inspiró para la creación de pequeños cucuruchos individuales de papel de periódico que metimos en preciosas maletas de viaje antiguas, y donde guardamos los pétalos que los invitados lanzarían a los novios al salir de la iglesia.
En el restaurante todo siguió como habíamos planeado, una bici de paseo con unas flores y un cartel pizarra anunciaba dónde era la fiesta y, en el interior, un montón de sorpresas preparadas con todo el mimo del mundo: unos indicadores de mesa muy especiales y con una historia detrás, un gran marco-polaroid para inmortalizar todas las instantáneas de la gran noche, y un montón de detalles personalizados y hechos a mano que hicieron que fuera un día cargadito de emociones, risas, bailes… Por supuesto, el Restaurante Branka, la ayuda de Hikari Photo, la música de Nemux, Tipografía digital Basauri, el arte de Yinko y la decoración floral de Endanea Garden, entre otros, ayudaron a que todo saliera perfecto.
Pensaba que éramos los invitados los que hacíamos regalos a los novios el día de su boda… lo que desde luego no me esperaba era que sería al revés. Y es que, organizar la suya fue un regalo para mí. Gracias Elena y Asier. Sin duda, ha sido un día inolvidable…
